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El alcohol es una potencial causa de alergia en la piel. De hecho, los científicos han demostrado que el alcohol puede empeorar cualquier reacción alérgica, ya sea asma, rinitis alérgica o diferentes clases de sarpullido. En parte, esto se debe a las moléculas de histamina y sulfitos que contienen las bebidas alcohólicas.

Si no te limpias al final del día, permites que los alérgenos y los irritantes como el polen y la contaminación queden en contacto con tu piel haciendo que dure toda la noche. Estos pueden afectar la función de la barrera de piel y causar irritación.

Ciertas frutas y verduras contienen altos niveles de compuestos llamados salicilatos (relacionados con la aspirina). En las personas sensibles a los salicilatos, los alimentos ricos en estos compuestos pueden sufrir síntomas alérgicos tales como fiebre del heno, asma, piel extraseca y reacciones de la piel aún peores.

Los aplicadores y las brochas de maquillaje pueden ser verdaderas trampas de polvo y alergias, por lo tanto, hay que lavarlas con frecuencia. Lava tus brochas con jabón hipoalergénico o con un limpiador para brochas de maquillaje para obtener un certificado de buena salud.