Cada tipo de piel tiene sus necesidades específicas. Selecciona tu afección y recibirás asesoramiento dermatológico y las soluciones para el cuidado de la piel que necesitas.



Cuidado de
manos y pies
¿Cuáles son las principales características de los 3 grados de evolución de la EPP? De las 3 etapas, el primer grado es un simple sarpullido con enrojecimiento de manos y pies, que, por lo general, es moderado y no interfiere con las actividades. El grado 2 depende en parte de los fármacos utilizados, pero, por lo general, hay inflamación y el sarpullido puede ser bastante doloroso. Es posible que la piel empiece a descamarse y ampollarse y en algunas zonas puede aparecer hiperqueratosis. Esto puede interferir moderadamente con la vida cotidiana. Y luego está el grado 3, el más grave, con amplia descamación en algunos casos, ampollas e hiperqueratosis con mucha inflamación. Esto tiene un fuerte impacto en la vida cotidiana del paciente; algunas personas no pueden caminar o usar las manos debido a la inflamación y otros efectos secundarios en manos y pies. Las fluoropirimidinas que se utilizan con frecuencia para tratar los cánceres gastrointestinales pueden causar un sarpullido que comienza a descamarse en el grado 2. Estos casos suelen ser leves y fáciles de tratar. En el lado opuesto se encuentran los inhibidores de las tirosina-cinasas, que son mucho más complejos y causan los síntomas que mencioné: Hiperqueratosis, ampollas e inflamación que son mucho más molestas para el paciente y más complicadas de tratar. ¿Qué medidas pueden tomarse antes de comenzar el tratamiento oncológico para limitar el riesgo de sufrir eritrodisestesia palmoplantar? Ninguna en realidad con las fluoropirimidinas, porque solo debes lubricar la piel con jabones oleosos o ungüentos. Con los inhibidores de las tirosina-cinasas, sí, es muy importante porque ya hay zonas de hiperqueratosis que se deben tratar antes de comenzar el tratamiento. Una pedicura es una buena opción con ungüentos que contengan urea o aspirina, básicamente emolientes queratolíticos. En el caso de los inhibidores de las tirosina-cinasas, lo primero que debe hacerse es hablar con el oncólogo sobre la posibilidad de reducir o suspender la dosis de estos inhibidores. Esto es esencial. Luego, se debe tratar la eritrodisestesia palmoplantar propiamente dicha. Esto tiene dos aspectos: primero la hiperqueratosis, que se debe tratar con emolientes queratolíticos que contengan urea o aspirina y luego la inflamación que rodea las zonas con queratosis, que requieren tratamiento con lociones con corticoides. Todo esto mientras se lubrica la piel y se toman otras medidas ya que estos pacientes suelen tener dificultades para caminar y usar las manos. Entonces, los pacientes pueden necesitar plantillas especiales para su calzado. Hay una solución muy simple, que es poner plástico de burbujas en tus zapatos. También pueden recomendarse pedicuras, órtesis y plantillas especiales. En cuanto a las manos, se las debe proteger de las lesiones. Evitar lavar platos y hacer manualidades ya que estas actividades pueden agravar las heridas. Es vital lubricar siempre la piel. Volver al oncólogo, reducir o suspender las dosis de fluoropirimidina si la afección tiene grado 2 o 3 y lubricar la piel; el paciente tendrá que usar ungüentos o bálsamos muy oleosos y lavarse las manos con jabones oleosos.
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